Cáceres puede llegar a ser el complemento ideal si los que buscáis es un turismo de calidad. Podéis combinar turismo rural y turismo cultural con una tranquila visita a la capital Cácereña. La experiencia merece la pena.  
                  Se trata de la capital del  norte de Extremadura. Nombrada merecidamente Patrimonio de la Humanidad en 1986, por  su riquísimo Conjunto Histórico Artístico. 
                       
                    Cáceres, al conocerla provoca asombro, grato asombro. Como puede existir algo  así sin yo saberlo, pensarás. 
                    Es cierto que la promoción turística de Cáceres se ha retrasado con respecto a  la de las demás capitales, y es desde hace pocos años cuando se le está dando  la difusión que se merece. 
                       
                    Cáceres es una ciudad tranquila, con el encanto de las pequeñas capitales de  provincia, pero a la vez llena de vida, a todas horas y todos los días. Si  exceptuamos la hora de la siesta de los meses de Julio y Agosto, donde el calor  obliga al recogimiento, el resto del año, las calles de Cáceres rebosan de  gente y de vida, hay que tener en cuenta que Cáceres tiene un gran índice de  población residente que son estudiantes universitarios, lo que hace de Cáceres  una ciudad despierta y joven. 
                       
                    Cáceres es, sin duda, su parte antigua, su conjunto histórico. 
                    Si eres turista, viajero o visitante accidental permíteme que te guíe: 
                       
                    Acércate a la Plaza Mayor  y visita la oficina de turismo, desde allí inicia el recorrido por la ciudad  intramuros, pero antes olvídate del siglo en el que vives, sitúate en el  renacimiento, no hace falta que hagas mucho esfuerzo, en cuanto cruces el arco  de la estrella, las calles, los palacios, las campanas, te introducirán en el  pasado, y es posible no sólo que imagines sino que veas una dama paseando con  su criada, una lucha entre caballeros, una bruja con sus conjuros, un soldado  en busca de su doncella, o alguna celestina con sus jóvenes meretrices. 
                     
                    PLAZA  MAYOR DE CÁCERES 
                  Sus soportales son del S. XVI,  están formados por arcos sobre pilares. Siempre ha sido utilizada como recinto  ferial de artesanos, desde la época de la conquista cristiana, en el S. XIII.  También en ella se han celebrado torneos, mercados, corridas de toros y juegos  de cañas. Cada uno de los soportales era ocupado por un gremio del comercio. 
                  A la plaza asoma el Barrio  Monumental, en su parte oriental, con las figuras de izquierda a derecha: Torre  de Bujaco: Es el emblema de los Cacereños. También llamada Torre Nueva o  Torre del Reloj, fue construida en el S. XII, sobre sillares romanos, es de  estilo árabe, su nombre deriva del Califa Abú-Jacob, cuyas tropas conquistaron  la ciudad en 1173. ¿quieres saber su origen?: los almohades luchaban por  conquistar Cáceres, el último bastión era esta torre, y finalmente fue  asaltada, cuarenta caballeros fueron degollados 
                  Tuvo un enorme reloj instalado en  su exterior hasta el S.XVIII, trasladado entonces a la Iglesia de San Mateo. Mide  25 metros  y está rematada por almenas. Tiene dos matacanes laterales y uno frontal. En  una par de ocasiones esta torre ha estado a punto de ser derribada, una vez en  el S. XVIII, para utilizar sus materiales en lo que sería la sede de la Real Audiencia,  y en otra ocasión quisieron hacerla  desparecer y hacer en su lugar unas Casas de habitación para sufragar los  gastos de una reforma de la   Plaza Mayor, afortunadamente no llegó a hacerse. 
                  Ermita de la Paz: Si la Torre de Bujaco es el  símbolo de la guerra, esta ermita es como su nombre indica el de la Paz. Edificio  religioso adosado a la Torre  de Bujaco, levantada en el S.XVIII sobre los restos de una capilla  renacentista. Centro de gran devoción local en el S.XIX y principios del XX. 
                  Tiene un pórtico de tres arcos de  medio punto sobre pilares. Destacan su artística puerta enrejada de 1756, obra  de Juan de Acedo, con el Águila Bicéfala de los Austrias, así como su retablo  barroco. En su interior está la imagen de la Virgen de la Paz, del escultor Pedro Correa. De esta ermita  salía antiguamente la profesión de publicación de la Bula y el rosario cantado por  las calles. 
                  Arco de la Estrella: Nos da  entrada desde la Plaza   Mayor al Cáceres intramuros. Se trata de un esbelto arco con  bóveda en esviaje, construido así para facilitar el paso de los carruajes que  por allí transitaban en el S. XVIII, y concretamente los que iban al palacio de  los Toledo-Moctezuma, ya que fue un Moctezuma el que pago la construcción.  Antes que este arco, en el S. XIV, existió aquí una puerta llamada Puerta  Nueva. Su diseñador del Arco fue Manuel de Larra Churriguera. Su nombre se debe  a la imagen de la Virgen  de la Estrella  que se encuentra en el interior del arco en un templete de estilo barroco, y a  su lado un farol en forma de estrella hecho de bella forja gótica. 
                      Torre de los Púlpitos:  Aquí la Reina Isabel la Católica, juró respeto y  acatamiento a los Fueros y Privilegios de Cáceres. Su detalle más reconocible  son los matacanes cilíndricos, decorados con bolas, que recuerdan a un púlpito. 
                      Torre del Horno, un trozo  de la reconstruida muralla almohade, y la Torre de la Hierba y junto a ella  el Foro de los Balbos, antiguo atrio del Corregidor, traído cuando se  restauró la Muralla,  en 1970, de las afueras de Cáceres, de la Zona de San Francisco, y construido allí en 1577  para abrevar el ganado. Está formado por cuatro pilastras con una sencilla  cornisa, adornado con escudos de Cáceres y dos medallones. Sus caños los  adornan mascarones de poco valor artístico. También vino a parar aquí, una  escultura romana que coronaba antes la   Torre de Bujaco, para los más cultos, la Diosa Ceres,  para el pueblo llano, la Santa  de la Plaza. Porta  un cuerno de la abundancia, y no debe ser como se ha pensado una deidad  femenina si nos fijamos en su ausencia de formas de mujer, sino que parece que  se trata más bien del Genio de la   Colonia, datada en el Siglo de Cristo. 
                    La Plaza está  presidida por el Ayuntamiento, edificio del S. XIX. 
                  CÁCERES, PLAZA  DE SANTA MARIA 
                  Amplio espacio urbano dedicado  también durante mucho tiempo a Mercado, y a celebraciones de bodas entre  los nobles cacereños. También se homenajeaba allí a los Reyes en sus visitas, y  era lugar de justas. 
                    En esta plaza encontramos varios  edificios singulares: 
                  1º.- El Templo de Santa  María la Mayor:  Nombrada Concatedral en 1957. Su estilo es románico de transición al Gótico,  pero con marcas del renacimiento en su coro y en su torre de tres cuerpos. Esta  torre aloja en su parte inferior una estatua reciente de bronce del escultor  hervasense Enrique Pérez Comendador. El interior del templo alberga  enterramientos de nobles cacereños. Tiene bellos ventanales con rosetones y  baquetones que adornan el ábside. Lo mejor de este templo es el retablo de la  capilla mayor, de 1551, es de estilo protorenacentista, obra de Roque Balduque  y Guillén Ferrant, tallado en madera de cedro. 
                    Seguro que no hace falta que os  paréis a observar para ver las cigüeñas que cubren su torre, ellas son las  reinas de la parte antigua, sus nidos están por todas partes, y las podemos  oir, haciendo sus “gazpachos” en la época de celo. 
                  2º.- Frente a la concatedral  encontramos el Palacio Episcopal, de fachada renacentista,  ordenado construir por el obispo de Coria, D. García de Galarza, en él se  hospedó Felipe II a su vuelta de Portugal. En las enjutas de la portada del  palacio dos medallones que representan seres exóticos: Oriente y Occidente, el  viejo y el nuevo mundo. 
                  3º.- Junto a este palacio  encontramos otro de estilo renacentista de finales del S. XV,  llamado Palacio de Hernando de Ovando,  hermano de Fray Nicolás de Ovando, primer gobernador de la Española y comendador de la Orden de Santiago que  participó junto a los Reyes Católicos en la toma de Granada.  
                  4º.- En Santa Mª encontramos  también el Palacio de los Mayoralgo, con una hermosa fachada del  S. XVI, con ventanas geminadas y hermoso escudo de la familia. Recientemente ha  terminado su rehabilitación y el resultado ha sido espléndido. Esta fachada fue  afectada gravemente por el bombardeo aéreo que tuvo lugar en Julio de 1937. 
                  5º.- Y frente al de los Mayoralgo, El Palacio Provincial, hoy sede de la Diputación de Cáceres,  quien viste en su fachada galas ajenas, ya que su portada, encuadre de  ventanas, escudo y cornisa, no le pertenecen, sino que proceden del  desaparecido Seminario de Galarza, y que fueron puestas aquí en 1965. 
                  6º.- Pero nos encontramos ahora  con otro edificio emblemático de Cáceres: El Palacio de los Golfines de  Abajo, un edificio con personalidad, es el triunfo del Plateresco en la  arquitectura cacereña. Se construyó en la época de Enrique IV, como  Casa-Fortaleza, con un gran torre que sería desmochada como las demás por orden  de Isabel la Católica,  pero que aún conserva los matacanes que defendieron sus laterales. Una segunda  reforma en ella levantó la bella fachada principal en el año 1534, destacando  en ella una bella crestería de remate. Es obligación del visitante admirar la  bella filigrana que está labrada en esta crestería si tenemos en cuenta la  dureza del granito en que está hecha. Cuenta con un cuerpo saliente meramente  decorativo con un inscripción en que se lee: Esta es la Casa de los Golfines. 
                    En  el origen del apellido Golfín, muchos han querido significar un pasado de  acciones poco correctas, pero no es más que un apellido oriundo de Francia o  Cataluña. Fue este palacio albergue de los Reyes Católicos en varias ocasiones.  Uno de los habitantes de esta casa: Sancho de Paredes Golfín, fue camarero de la Reina y testigo en su  testamento. 
                  CÁCERES, PLAZA  DE SAN JORGE 
                  Plaza de San Jorge (Patrón de  Cáceres), donde se alza un inmenso retablo arquitectónico. Una escalera  imperial que nos lleva a la hornacina donde está la imagen de este Santo, momento  para que os cuente la legendaria historia de la Ciudad de Cáceres: 
                  En 1229, San Jorge, símbolo de la  cristiandad, lucho con el Dragón (símbolo de la cultura musulmana) y acabó con  él, reconquistando la ciudad de Cáceres. Celebrándose la festividad de San  Jorge el 23 de Abril, en que cada año, la Plaza Mayor se llena  de cacereños y foráneos para ver las representaciones teatrales y musicales,  cada año diferentes que nos recuerdan la leyenda, y además se celebra la quema  de un dragón gigante, bailándose en celebración de su muerte, alrededor del  fuego.    
                  Esta plaza está coronada por lo  que fue una Residencia de Jesuitas, concluida en 1755, quienes lo  disfrutaron poco, ya que 12 años después fueron expulsados de España, ha tenido  varias utilidades, actualmente es el centro de exposiciones S. Jorge y sede de  la filmoteca de Extremadura. El templo que está a su lado es el de S. Francisco  Javier, conocido entre los cacereños como de la preciosa sangre, edificado  también por la compañía de Jesús. 
                    A la izquierda de la plazuela en  su parte baja abren sus puertas al visitante unas pequeñas tiendas en las que  venden recuerdos y productos típicos de nuestra tierra, y aún todavía podemos  ver algún artesano trabajando, como los orfebres por ejemplo. 
                  CÁCERES, PLAZA  DE SAN MATEO 
                  Nos encontramos ya en la parte más  alta del barrio antiguo, la   Plaza de San Mateo, con el templo del mismo nombre al fondo, casi enteramente levantado en el S. XVI, dicen que  ocupa el sitio que ocupó la Mezquita  Árabe, y que fue la primera construcción cristiana. Desgraciadamente ha tenido  varias reformas que la han desfavorecido bastante, como la que intensificó lo  gótico en su interior. La última reforma con gran acierto ha limpiado el templo  de tan espurios adornos. Su retablo es del escultor Vicente Barbadillo, del S.  XVIII. 
                    En la Plaza de San Mateo, estuvo  situado el Alcázar de los Almohades. En esta Plaza también se encuentra el  templo de San Pablo, modestia y gracia han llegado a esta fachada en un perfecto  sincretismo. Hoy es una comunidad de religiosas de clausura de la Orden de Santa Clara, que  hacen unos dulces extremeños riquísimos: perrunillas, mantecados, etc. 
                  Y frente a esta ermita se alza  orgullosa la Torre  de la Casa de las Cigüeñas, hoy día sede del Gobierno Militar, la torre no  desmochada ¿qué privilegio permitió a esta torre permanecer arrogantemente en  pie?. En la época en que Isabel la   Católica ordeno el desmoche, se estaba construyendo esta  Torre por Diego de Ovando, que era claramente defensor de Isabel y en contra de  la Beltraneja  en la Guerra  de Sucesión, y naturalmente el apoyo fue agradecido. 
                  La Plaza de las  Veletas, con la   Casa Palacio de los Aljibes o de la Veletas. En una reforma que se hizo de ella se remató la fachada con estas  llamativas gárgolas que son cerámicas talaveranas y pináculos rematados con  veletas. En su interior el Palacio guarda una joya del arte musulmán: El Aljibe  almorávide, cuya finalidad era guardar agua de lluvia. El Palacio de las  Veletas es desde hace años la   Sede del Museo Provincial, y ofrece al visitante multitud de  salas museísticas , desde restos prehistóricos, pasando por la civilización  romana, hasta colecciones de arte popular extremeño.  
                  CÁCERES, OTROS  EDIFICIOS DE INTERÉS 
                  La Casa del Mono: Pequeño  edificio pero con personalidad propia, fue durante muchos años museo de  pintura. Lo más popular de esta casa son sus gárgolas con esculturas entre lo  humano y lo animal. Y debajo de todo una inscripción: De las fauces del león  defiéndeme. Tanto lujo en una casa tan pequeña no es normal en la arquitectura  cacereña, por eso algunos quieren ver que se quiso contar alguna dramática  historia a través de estas gárgolas: Una bella doncella casada con un hombre  entrado en años, no pueden tener hijos, y él le trae a ella un mono de su viaje  a las Américas para que se contente y le cuide como si de su hijo se tratara,  así lo hace, siendo el mono el rey de la casa. Pero pasado el tiempo, la dama  queda preñada de un bello y joven caballero, y el bebé desplaza al mono a un  segundo plazo, tan celoso está que un día tira al niño por la ventana,  representando las gárgolas a la nodriza negra que cuidaba al niño, a la madre,  al viejo marido cornudo y al mono. 
                  El Palacio de Carvajal. En Cáceres  existen muchas calles cuyos nombres nos recuerdan su pasado gremial, cada calle  tenía una especialidad profesional, subiendo pues la calle tiendas, llegamos al  Palacio de los Carvajal, también llamada la Casa de la Torre Redonda, o  Casa Quemada, ya que en el S. XIX sufrió un voraz incendio. De fachada sencilla  y sencillo balcón de esquina, el único ornamento es el escudo de la familia. 
                  Los Carvajal tienen una curiosa  historia: 
                  Los hermanos Juan Alfonso y Pedro  de Carvajal fueron acusados de asesinar a un apreciado caballero de la corte  del Rey Fernando IV, ellos protestaron su inocencia ante el Rey, pero no les  valió de nada, siendo condenados y ejecutados arrojándoles por la Peña de Martos. Antes de  morir emplazaron al Rey a un Tribunal de Dios, y el Rey a los treinta días  falleció, considerándose el hecho como prueba de su inocencia., y los miembros  de su familia acordaron para perpetuar su luto cambiar la banda roja de su  escudo por otra negra. En este Palacio vemos por su puesto la torre redonda  adosada al edificio, posiblemente date del S. XIII, y tiene clara influencia  musulmán. En la parte baja de su interior alberga una capilla con magníficas  pinturas murales en su bóveda, obra de Juan Bautista Pachi. 
                  Los Golfines de Arriba, 
                    hoy convertida en Restaurante de  lujo. Fue obra de principios del S. XV, pero en absoluto guarda el aspecto  inicial, ya que como en casi todos los Palacios Cacereños, han tenido lugar  muchas reformas posteriores, como es la incorporada Torre desmochada con  matacán que pertenecía a los Saavedra y fue comprada en el S. XIX para  incorporarla a esta. Es famoso también el edificio por haber sido cuartel  general de Franco en los primeros días de la Guerra Civil, desde  su balcón prometió la restauración de la Monarquía, (que por  cierto cumplió cuarenta años más tarde).  
                  No podemos dejar de ver una  sorpresa arquitectónica en Cáceres, que es la única muestra que nos queda de  arte mudejar: La   Casa Mudejar, datada en el S. XIV. Una parte de la  historia de Cáceres que nos habla  de la  influencia toledana, escrita en un material humilde: el ladrillo.  
                    A través de la calle Orellana,  llegamos a un rincón evocador de Cáceres, formado por La Casa del  Sol, La Casa del  Águila y la Torre  de Sande. 
                  La mansión  de los Solis es sencilla y equilibrada, el matacán semicilíndrico que conserva  nos muestra la finalidad militar de la época medieval, también esta casa cuenta  con un alfiz ¿os acordáis? 
                     
                    Su dueño,  Gómez de Solís, era un hábil lidiador que llamó la atención de El Rey Enrique  IV, quien le dijo que le concedería lo que desease, y así el primero le pidió  el Maestrazgo de Alcántara. 
   
  La Torre de Sande,  bellísima, con su matacán en ángulo sustentado por nueve modillones, muestra la  evidencia de su desmoche, ¿cuál sería la altura de la torre antes de su  desmoche? 
   
  El Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona  de Cáceres 
   
  El Conventual San Francisco, en  la actualidad, Complejo Cultural, perteneciente a la Diputación de Cáceres,  que merece ser visitado, en especial por sus hermosos claustros  |